el jet-lag y la depresión post Tokyo me dejaron tocada, es que nunca pense
que se podria echar tanto de menos una ciudad, closet child, las luces de neon,
closet child, las sensaciones, closet child, la gente pasar, closet child, el ruido
infernal de los cuervos, closet child, el Takoyaki...venderia mi pie izquierdo
por una bandejita de Takoyaki ;______;!
Nos pegamos el madrugon del siglo para acabar de cerrar las maletas que ya
teniamos preparadas desde la noche, y tras el desayuno pusimo rumbo al aeropuerto.
Era para vernos, pareciamos unos hardcore sherpas de expedición en la yamamote.
Aún hoy dia me pregunto como narices conseguimos llegar enteras y con todo hasta el aeropuerto y facturar sin exceso de equipaje, jajajajaja!
Después de tragarnos la cola del siglo y un poco menos cargadas nos despedimos de las maravillosas máquinas de bebidas! Oh calpis! como te añoramoooooos! <3
Tras un vuelo de nosecuantasmilesdemillones de horas, llegamos a roma, donde
tras una espera que se hizo eterna ya cogimos los aviones hacia Madrid, Sistinas
y sus borjas y hasta Barcelona nosotras. Jooo! como echo de menos a rilakuma ;_____;!
Y porfin llegamos a casa con un apetito voraz de jamón serrano y ganas de abrazar
a los nuestros!
Y para cerrar el capitulo del viaje el ultimo cartel que vimos en Japón:
Justo lo mismo que nosotras esperamos!
Y que sea pronto que a mi me da un siroco!
Y que sea pronto que a mi me da un siroco!